El hecho ocurrió en la Plaza Saludable de Huerta Grande
Dos hombres, el 1 de noviembre de 2020, amenazando con un cuchillo le sustrajeron una bicicleta a un menor de que circulaba por las vías del ferrocarril a la altura de la plaza saludable ubicada sobre la ruta nacional 38 en la localidad de Huerta Grande.
Entre las tres y las cuatro de la tarde, el menor de 13 años fue sorprendido por dos sujetos, identificados como Cristian Raúl Acevedo (30) y Lautaro Elías Gómez (20), quienes se interpusieron en su camino y exhibiéndole un cuchillo del tipo de cocina, le exigieron la entrega de la bicicleta rodado 26.
Cometido el robo, los delincuentes se encaminaron hacia la calle López y Planes al 700 donde fueron interceptados por la policía. En ese lugar fue detenido Gómez y se secuestró el rodado de color azul, que luego reconoció como propio la víctima. El cómplice evade a la policía, pero una persona aportó los datos y el alias identificándolo como “Penca” además de brindar una aproximación de la vivienda donde podría encontrarse.
Un móvil policial recorría la zona centro de Huerta Grande, y al llegar a la calle Belgrano, a la altura de cancha de fútbol, ubica a un hombre con la descripción aportada, vistiendo una bermuda de jean y llevando una remera lila en la mano. Al momento de recibir la voz de alto, apura en paso e ingresa a su vivienda en la calle La Rioja.
Allí, luego de dialogar con la madre del sujeto, el mismo sale de la vivienda y fue detenido por la policía.
En las declaraciones de ambos imputados, ahora condenados, hicieron mención que “habían comprado la bicicleta al menor”, por lo cual el chico en principio les había pedido $500 y terminaron negociando por $300.
En el allanamiento realizado en la vivienda de la calle La Rioja, la policía secuestró un cuchillo de similares características a las descriptas por la víctima.
Un turista pudo relatar lo sucedido
La declaración de un turista que se encontraba con su familia tomando mate en la plaza, fue contundente para clarificar el hecho.
El viajante, vio la escena, cuando los dos hombres frenaron al menor, lo hicieron descender de la bici y le tiraron el barbijo que llevaba colgado en el manubrio al piso. Apenas ocurrido el hecho, el chico se acercó al hombre y le pido el teléfono para contarle al papa lo sucedido. Entonces el turista le dijo “vamos a seguirlos en el auto” a lo que la víctima le contestó “no, no vaya señor, amenazaron de muerte con un cuchillo”.
La policía salió en búsqueda de los delincuentes y el turista los siguió en su automóvil, logrando ser testigo de todo el procedimiento y ver como uno de los buscados, hizo caso omiso a la vos de alto.
La historia del cuchillo
La defensa de los acusados, intentó reducir la condena utilizando el argumento de que el cuchillo no fue secuestrado al momento de la detención de los acusados. Un arma fue secuestrada en el allanamiento posterior.
Por otro lado, también se dijo que el testigo no vio la amenaza con el cuchillo e hizo hincapié en la diferencia entre “exhibir un cuchillo y poner en riesgo la vida apoyando el arma en el cuerpo de la víctima” y que el menor no podía identificar con exactitud el cuchillo.
Estos argumentos fueron descartados por la justicia, dándole total respaldo a la declaración del joven que sostuvo sus dichos al momento de hablar con el testigo que lo ayudo, a la policía en el momento de expresarse en sede judicial.
El fallo sostiene, que si bien el arma blanca no fue encontrada al momento de revisar a los detenidos, Acevedo llevaba la remera en la mano, donde podría haber estado el arma, también pudo ser descartada en otro lugar o al ingresar a la vivienda tuvo el tiempo suficiente para esconderla.
También el fallo dice que aunque el arma blanca “es un elemento cuyo uso pone en peligro la vida o integridad física de la víctima por sus características propias (punta, filo), a diferencia de un arma de fuego que debe estar cargada o al menos, resultar apta para el disparo”.
Condena
Tomando en cuenta que los acusados no tienen antecedentes y que el rápido accionar de la policía permitió recuperar el bien robado como atenuantes y que el robo se produjo con la concurrencia de dos mayores de edad, que la víctima al momento del hecho tenía 13 años, la impunidad con la que actuaron, a plena luz del día en un sector transitado que demuestra la peligrosidad de los mismos, la Cámara en lo Criminal y Correccional de Cruz del Eje, condenó a Cristian Acevedo y a Lautaro Gómez a siete años de prisión.
La defensa de los condenados evalúa presentar el recurso de casación.
