Bajante histórica en el lago San Roque registrada en 2011. Créditos: La Voz del Interior
Por: Luis Delsemme

El Valle de Punilla en casi su totalidad se encuentra bajo la emergencia hídrica decretada por los distintos municipios y comunas. Algunas de las localidades, desde largo tiempo atrás, se ven inmersas en una situación que las hace absolutamente dependientes del régimen de lluvias.

La emergencia hídrica establece el uso restringido del agua, prohibiéndose el riego, lavado de automóviles y el llenado de piletas de lona. Los natatorios deben contar con sistema de filtrado.

En esas circunstancias se encuentran espacialmente aquellas que dependen exclusivamente de los espejos de agua, es decir diques y embalses y que con el correr de los años fueron sumando perforaciones que llegan a superar los cien metros de profundidad.

Capilla del Monte, se encuentra en una situación más estable con relación a años anteriores, por una serie de inversiones que le permitieron mejorar el servicio en los barrios más altos de la localidad, construyendo estaciones presurizadoras, comentó el intendente Fabricio Díaz.

Esta ciudad del norte de Punilla, sufre las consecuencias de la falta de lluvias, pero también ve incrementado el consumo diario a partir de la ola de calor y el ingreso de un número importante de turistas.

Entramos en una situación compleja que estamos administrando de una manera seria, responsable, atendiendo la demanda. Comunicando los horarios de la restricción y de los cortes del servicio en los lugares donde hay problemas de presión de agua”, comentó el intendente.

Otras localidades como La Cumbre, Huerta Grande, Villa Giardino, Valle Hermoso y Cosquín, atraviesan situaciones similares.

Matías Montoto, intendente de Huerta Grande, mencionó que las perforaciones están trabajando, pero le preocupa que en momentos de calor extremo, algunos usuarios “abusan del servicio, estamos en emergencia hídrica, en una situación complicada y la gente se pone a lavar los autos, se pone a regar y a llenar las piletas de lona”. A esto le sumo las conexiones directas que algunos vecinos realizan a las redes de distribución y no tienen una cisterna o un tanque, entonces al bajar la presión no cuentan con el servicio.

En Villa Giardino y La Cumbre, los gobiernos locales ejecutaron inversiones en obras de perforación y mejoras en el servicio, pero al igual que sus vecinos, el aumento de la temperatura incrementó el consumo, obligando a solicitar a la población que sea prudente al momento de utilizar el recurso.

¿Qué debemos hacer para no depender de las lluvias?

El avance de las urbanizaciones, impulsadas por las mejoras en las vías de acceso a la ciudad capital, también es un factor que se suma al momento de hablar de la destrucción del principal elemento que se requiere para mejorar las condiciones ambientales.

La disponibilidad del agua depende de cómo cuidamos el recurso y de cómo cuidamos el suelo, para que ese recurso esté disponible en el próximo ciclo”, dice Emiliana Martina, Dra. en Arquitectura y Becaria del CONICET-UNC y agrega que “advertimos que ese recurso está en baja y esto tiene un correlato directo con la afectación del territorio de bosque nativo”.

Al perderse grandes hectáreas de bosque nativo, el suelo pierde la capacidad de absorber el agua y por ende las napas subterráneas pierden el recurso y en los niveles intermedios disminuye el caudal de ríos y arroyos.

El conflicto central pasa por el desmonte. “El avance de la población va a generar transformación y hay que entender que es necesario hacerlo de una manera gradual”, sostiene Martina.

El desarrollo debe ser sostenible, usar los recursos para que estén disponibles para las generaciones venideras y hoy para la misma población, “ya no es un problema de las generaciones subsiguientes, es hoy que tenemos problemas con napas que están secas y que no se pueden recargar y eso está empujando a muchas de las obras que se están haciendo a ir a buscar agua más lejos de donde estamos”, aseguró.

Las localidades ya no pueden contar con el abastecimiento de sus propias perforaciones, que históricamente utilizaron, no solo porque ha habido un crecimiento poblacional y un uso poco consiente del recurso, acompañado de un crecimiento en la infraestructura sin un criterio de planificación integral.

El ir a buscar el agua hasta Santa Fe es una solución parche, entendemos que hay una necesidad imperiosa” manifestó para luego agregar que “es una respuesta a una política que previamente no se tuvo” en cuidar que el recurso se cuide no solo en su cantidad sino también en su calidad.

En los últimos meses, se está viendo una política de avance en materia de infraestructura hídrica porque Punilla se está preparando para el gran crecimiento que va a traer la autovía de la Ruta Nacional 38 y sobre esto Martina sostiene “que el crecimiento poblacional en los próximos 10 años va a ser alto” y piensa que “están tratando de avanzar para que la cosa no sea un desmanejo extremo”

Es responsabilidad de los municipios ordenar una política ambiental. Hace falta poner esta situación en un escenario de complejidad, de equilibrio y de planificación y de orden, sobre todo, “hay que poner cada cosa en su lugar”, sentenció.

Escucha la entrevista realizada en «90 Minutos» de radio Única Punilla:

 

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