Frente de la vivienda que habitaba María Marcela Damiani, en Santa María de Punilla. En su interior apareció el cuerpo de la víctima. Crédito: PdO
El 20 de marzo fue encontrado el cuerpo en el interior de su vivienda.

María Marcela Damiani pasaba los veranos en su casa de la esquina de Martín Fierro y Belgrano en Santa María de Punilla. Hasta este lugar llegaba a veces acompañada por su ex marido y sus hijos, en otras oportunidades como en los meses del último verano, lo hacía sola.

Marcela era una mujer muy divertida, sociable, valía la pena tenerla de amiga”, comentó a Portal de Opinión  una mujer que la conoció bastante y que tuvo que vivir el peor momento que pudiera imaginarse. La víctima tenía cinco hijos, había estado casada con un hombre con quien mantenía una relación que por momentos pasaba por situaciones tensas.

En diciembre del 2021, dijo la mujer, Marcela le presentó un amigo de nombre Christian, que se dedicaba a la venta de sahumerios. Lo volvió a ver en febrero de este año. La  relación se estaba convirtiendo en algo tóxica. “Él se creía que era el marido, la controlaba, le hacía bajar la mirada”, comentó y agregó que “parecía que le tenía miedo”.

Las charlas entre las amigas se daba en un clima muy tenso, hablaban bajo y Marcela le hacía señas para no tocar ciertos temas.

La última vez que las amigas se vieron fue el 4 de marzo, en horas de la noche, cuando coincidieron en un almacén en la esquina de la vivienda. En esa oportunidad tampoco pudieron hablar mucho, porque Christian estaba presente.

Durante el fin de semana del 12 y 13 de marzo, Marcela tenía previsto viajar a Buenos Aires, pero nunca lo concretó.

El jueves de esa semana, la amiga caminó las pocas cuadras que separan ambas viviendas y no encontró a nadie en la casa de la esquina. Le llamó la atención los vidrios rotos de la puerta de calle. En realidad esos vidrios se habían caído por la acción del viento cuando golpeó la puerta. Y cuando Marcela se iba los tapaba con cartón. Pensó que había salido y en horas volvería.

El domingo 20 de marzo, ante un llamado de los hijos de Marcela, que daban cuenta que no había llegado, la amiga se acercó nuevamente a la casa, encontró la puerta cerrada y en las mismas condiciones que el jueves, aunque en esta oportunidad sintió un fuerte olor nauseabundo. Caminó hasta el almacén de la esquina y preguntó si habían visto a Marcela, porque tenía la costumbre de avisarles si se iba por varios días, para que le prestaran atención a la casa. A ella no la veían desde hacía varios días, solamente tenían presente a Christian saliendo con unas valijas el lunes 14 de marzo. Entonces junto al almacenero volvieron hasta la casa, corrieron la cortina de la puerta y el olor fue muy intenso.

Inmediatamente dieron aviso a la familia y a la policía. Los agentes ingresaron por una ventana a la casa y como ya había caído la noche, alumbrándose con celulares, dieron con el cuerpo de Marcela tirado en el piso del comedor, en avanzado estado de descomposición.

Según cuenta la amiga, el cuerpo se encontraba boca abajo. La mesa de madera del comedor, estaba movida de su lugar habitual, a escasa distancia de la mesada y la cocina.

Cambio de carátula

En principio la muerte de Marcela fue caratulada como de etiología dudosa.

La investigación judicial llevada adelante por la Fiscalía de Cosquín, se mantiene bajo un estricto hermetismo, aunque algunas fuentes cercanas al expediente permitieron conocer que por pericias se podría establecer que se trató de un homicidio.

Según las fuentes consultadas, la mujer habría sido vista por última vez el sábado 19 de marzo, mientras otras personas decían que Christian se habría retirado de la vivienda el lunes 21. Todo hace presumir que ese habría sido el momento en que fue asesinada.

La misma fuente reveló que del lugar fueron secuestrados para las pericias distintos elementos entre los cuales se encontraría prendas halladas debajo de una cama.

En el piso de la vivienda, tanto en el comedor como en el living, que prácticamente carece de muebles, se observan rastros que podrían deberse al movimiento de los peritos al revisar el lugar donde estaba el cadáver.

Otra fuente judicial aseguró que los resultados de las pericias permiten sospechar sobre la participación de Christian M. en el hecho investigado, que al momento se encuentra caratulado como homicidio doblemente calificado por el vínculo y por violencia de género y hurto, por lo cual los detectives de la Departamental Punilla Norte se encuentran abocados a la búsqueda del hombre, sobre quien pesa pedido de captura, llegando hasta la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma.

 

 

 

 

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