Soja, un punto a favor del gobierno nacional

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Arq.Gustavo Ali Nafdaf Operador Comercial y político. Facilitador de negocios. Foto: Facebook

La suba en el precio de la soja, con valores que rondan los US$600 por tonelada en el mercado internacional, es un escenario que, es “un punto a favor” del Gobierno pero que al productor “le llega marginalmente”.

“Al subir el precio de la soja, por cada dólar que alguien produce y exporta, el Estado se queda con una mayor cantidad de pesos en impuestos”,en referencia a los derechos a exportación que pesan sobre este tipo de productos.
Lo que hace el Gobierno es aprovechar el precio de la soja. Cobra más pesos porque cada tonelada vale más. Y como sube el precio de la soja, menos sube el tipo de cambio, porque con más ingresos puede sobre el menor ritmo de devaluación del dólar oficial que desde hace unos meses viene implementando el Banco Central.
Pese a la suba en el precio internacional, el esquema actual solo “le llega marginalmente” al productor, por efecto de la brecha cambiaria y los impuestos. “Por cada dólar que exporta, el productor de soja no cobra $150, como cotiza el contado con liquidación, sino $98 que es el tipo de cambio oficial menos .El productor debe estar cobrando unos $70 aproximadamente por cada dólar exportado”, si se resta el peso de las retenciones al tipo de cambio oficial que se utiliza para el comercio exterior.
Es una brecha de casi el doble con los $150 a los que vale el contado con liqui, además de todos los impuestos que tiene que pagar. Los dólares en rigor son del productor, pero el Estado se los apropia a un tipo de cambio bajo y lo matan con impuestos.
Los costos en materia de logística y transporte que afectan a la actividad agropecuaria, que afectan a la rentabilidad de la actividad.
“Cuando estas hasta a 200 kilómetros del puerto de Rosario, (la soja) es buen negocio. Pero a medida que te vas alejando, es más difícil. El que hace soja en Salta está liquidado, porque el rinde por hectárea es menor y tiene mayores costos de transporte”.
El riesgo que asumen los productores en su actividad y en el Gobierno en cuanto a su esquema impositivo. Cuando uno conoce el sector, no solo de la provincia Santa Fe , sino del resto del país, observa que los campos son fábricas a cielo abierto. El hombre se levanta y no sabe si va a llover y va a tener granizo, o si al contrario no va a llover y sufrirá una sequía. El riesgo es muy grande.
Pero en la ciudad, los políticos populistas creen que la riqueza se genera sola en la pampa húmeda, que se tiran semillas cantando por el campo y el trigo, la soja y el maíz crecen solas y la vaca se engorda sola. Y no es así.
Arq.Gustavo Ali Nafdaf
Operador Comercial y político.
Facilitador de negocios.

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